Para no desentonar con los problemas al viajar, teníamos que llegar a las 19, y un típico embotellamiento de tránsito nos hizo llegar casi a las 20. Cuando llegamos, los precios eran distintos a lo que pensábamos y tuvimos que discutir un buen rato sobre porqué esto era así. El francés que atendía no tenía muy buena onda. Cuando el reloj marcó las 20, comenzó a desesperarse. Así, nos dio a toda prisa el auto (cambió varios de lugar con maniobras peligrosas) y cerró a velocidad de rayo el lugar. En ese momento nos dimos cuenta que faltaban: el GPS, que firmara, y la revisión antes de entregar el auto. Mientras cerraba el portón se lo dijimos, pero la locura que llevaba le hizo decir "NO HAY TIEMPO!!!!" a los gritos, y corrió con su bicicleta a toda prisa. Muy de hollywood. Así nos quedamos masticando bronca hasta el otro día, y sin saber cómo nos iría sin GPS. El viaje demostró que fue mejor no tenerlo...
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El viaje de ida comenzó tempranito, fueron varias horas, donde en la ruta no existía un sólo bache. Por suerte, todo marchó correctamente. Si nos perdíamos, encontrábamos un pueblo paradisíaco donde había niños tomados de la mano cruzando las calles sólos.
Llegamos y nos dirigimos hacia el parque de los juegos olímpicos, donde se encuentra esta magnífica torre de 185 metros de altura.
Fuimos al museo de BMW, austero y humilde.
Y por supuesto subimos hasta la punta de la torre, donde había una "sala de rock" donde se mostraban fotos de bandas famosas que estuvieron tocando en el lugar, como es el caso de Metallica:
Volvimos al hostel para planear la salida. Este viaje fue distinto en el sentido de que teníamos mucho tiempo y suponíamos que la ciudad no contaba con tantas atracciones, pero, como verán más adelante, la ciudad nos sorprendió, y necesitamos 4 días para recorrer las principales atracciones. Nos encontramos a unos neoyorquinos (uno de ellos realmente estaba bastante loco) y a un inglés que se ofrecieron a guiarnos hacia un supuesto boliche. Cuando llegamos, no fue eso lo que encontramos, pero era una cervecería muy famosa y muy típica:
Situada enfrente del Hard Rock Café:
Sin embargo no había lugar. Así que estuvimos dando vueltas y finalmente volvimos al hostel...
Al otro día, tomamos un tour gratis que nos llevó por el centro de la ciudad y nos contó los detalles principales de la historia del lugar. Para destacar, la ciudad fue reconstruída pasada la segunda guerra mundial, y fue el epicentro del surgimiento del partido nazi, entre otros hechos remarcables.
Al almorzar, nos detuvimos a ver cómo filmaban un documental sobre Baviera (el nombre de la región donde se encuentra Munich) y terminamos apareciendo en el mismo como extras (por pedido de ellos).
Nos gustó tanto la ciudad que decidimos en ese momento no ir a Zurich. Así que cancelamos la reserva del hostel allí y nos quedamos un día más. Más tarde, fuimos a ver el English Garden, el parque urbano más grande del mundo (más que el Central Park de Nueva York). No lo recorrimos mucho, sobre todo por la llovizna y el otoño. Por cierto, todo era artificial (el agua fue puesta ahí), esto puede notarse en la foto en la cual están haciendo surfing..
Por la noche, decidimos ir al bar del día anterior y tomarnos cervezas de un litro típicas alemanas y comer alguna cosa. Conocimos a Ed en el hostel, un australiano que andaba de vacaciones por unos días, y lo llevamos con nosotros.
Y luego, bailar un poco de chacarera en un bar cercano (?)
A la noche, entramos a un boliche de música electrónica de poca monta y precio de 8 euros... Al otro día, decidimos ir al primer campo de concentración nazi. Es bastante impresionante y deprimente, por supuesto...
El recorrido contó desde el surgimiento del partido nazi al fin de la segunda guerra mundial. Por la noche y para levantar el ánimo, volvimos a encontrarnos con Ed en el campo de concentración y fuimos al arena (el estado del bayern munich). Es muy de película, va cambiando de colores:
Luego, buscamos comida, tomamos algo en el hostel y el sueño nos venció por completo.
Lo único de Munich que habíamos dejado afuera era el castillo de Neuschwanstein, porque no había más tiempo. Sin embargo, fuimos a un castillo más chico y la curiosidad pudo más. Buscamos las rutas para llegar al castillo que queríamos, nos desviamos unos kilómetros y emprendimos el regreso, el día lo merecía...
Y el castillo también. Fue construído por un derrochador en el siglo XIX. Luego lo declararon loco (para que no siga gastando aparentemente..), y lo convirtieron en museo 6 meses después. El castillo inspiró a Cenicienta, de Disney, y se construyó una réplica en Eurodisney, en París, aunque no fui en su momento porque se necesitaba más tiempo..
Con el sol bajo, comenzamos a volver hacia Grenoble. Desandamos el camino (pasamos por Austria y Suiza) y retornamos a "nuestra" Francia. En este viaje pudimos sacarle el 100% del jugo a todo lo que quisimos... y fue de los más baratos. El tema del auto estamos tratando de solucionarlo... (vamos a mandar una queja).
Au revoir!
Zarpadas las construcciones! Todo el detalle y me mató ver esos "duendes" en lo que me imagino era una especie de reloj de las alturas. El último castillo te deja sin palabras.
ResponderEliminarLo del parque urbano con el agua artificial, con olas, queda fuera de contexto...
Después averiguen sobre el documental. Tienen que tener el video para decir: Yo fui seleccionado como extra!
Un abrazo. Siga viajando amigo!
Tal cual. Esas cosas van girando cuando suena determinada hora (creo que una o dos veces al día), en las fotos se puede observar que están girando.
ResponderEliminarPienso lo mismo del último castillo.
El documental nos dijeron que en: UN AÑO! se publica, así que tenemos que esperar.
Ahora paramos de viajar por un tiempo. Así aprovechamos a conocer esta ciudad, y dejamos de gastar un poco :P.
un abrazo!